Algunas reflexiones
El aislamiento social, preventivo y obligatorio por la emergencia sanitaria Covid 19 puso en jaque a todos incluyendo a los equipos de salud de las instituciones educativas.
Nada mejor que citar a Gerard Caplan en su Teoría del manejo de la crisis para comprender algunos aspectos que nos atravesaron estos meses. El la define como: “La perturbación de una situación estable, que se caracteriza porque sobreviene de forma repentina e inesperada, provocada por una situación estresante o un acontecimiento precipitante, afectando a una persona o grupo que hasta entonces tenía un adecuado nivel de funcionamiento establecido previamente”
Tomando algunas palabras de esta definición las intervenciones y la planificación de comienzo de año se vio casi desmantelada por una catarata de emergencias que se tuvieron que resolver y acompañar teniendo poco tiempo para la planificación y la prevención.
Cada contexto escolar y cada equipo se vio en la ardua tarea de desaprender y aprender nuevas formas de llevar a cabo el proceso educativo sin red.
Dentro de las intervenciones apareció como primer emergente el tener que acompañar a directivos y docentes a rearmarse en tiempo récord a una modalidad de enseñanza diferente. Hubo escuelas con dispositivos de enseñanza en línea más avanzados y otros que tuvieron que reinventarse creando plataformas y modalidades de acceso a los contenidos escolares que no tenían previamente. Hubo docentes con conocimientos tecnológicos y accesos a dispositivos para empezar a usar y otros que necesitaron asistencia para hacer frente a esta nueva modalidad de enseñar. Sin embargo, aunque estos dispositivos estuvieran en funcionamiento, una clase virtual no es igual a una clase tradicional, se deben armar con otra lógica y otra planificación. A esto hay que sumar que para aprender todo niño necesita haber generado un vínculo de confianza, seguridad y respeto que también se necesitó construir.
Los equipos de salud crearon diferentes estrategias de contención para la variedad inmensa de situaciones que las familias expresaban. Se observó en esta última etapa que la superposición e intensidad en los roles que los padres realizan a diario trajo una saturación a nivel emocional y cognitivo que genera sensación de falta de recursos. Plantean el cansancio de sus hijos, la falta de motivación para cumplir con sus tareas y la tensión en el clima familiar generado por la extensión de la pandemia y la convivencia en casa.
A partir de estas consideraciones surgen algunas preguntas para pensar …donde se pone el foco.
En los contenidos académicos
En que los niños cumplan con las tareas escolares
En su bienestar emocional
No hay una sola respuesta, pero si un foco, un norte que está referido al cuidado de su salud psíquica. Los niños se encuentran en un contexto emocional endeble, siendo esta situación de estrés la que interfiere en los procesos de enseñanza aprendizaje. Por lo mencionado el clima emocional familiar es uno de los aspectos básicos para sostener y trabajar en estos momentos de crisis, comprendiendo que son los adultos los que tienen que favorecer climas de bienestar y armonía como así también diferentes recursos emocionales y afectivos.
En cuanto a las consultas más frecuentes en niños durante esta pandemia se registró apatía (desinterés, baja motivación), irritabilidad, problemas de sueño, regresiones, fatiga, quejas somáticas, agresividad, hostilidad y dificultades para sostener los aprendizajes.
Un aspecto interesante a tener en cuenta en este asilamiento es que algunos niños, con dificultades específicas de aprendizaje, luego de haber rearmado sus dispositivos de ayuda se sienten cómodos en este contexto. Expresando que pueden tomarse su tiempo para hacer sus tareas y sintiéndose cómodos y contenidos en su entorno familiar.
Hay otro grupo de niños, que no necesitaban en general una intervención específica del equipo de salud y que, sin embargo, en este contexto expresaron mucha irritabilidad y sensación de incomodidad con esta modalidad de aprendizaje. Registran niveles de frustración altos generando una sensación de incertidumbre en sus padres ante la manifestación de estas conductas.
Otros niños han logrado sostener su aprendizaje con alguna plataforma y han logrado adquirir cierta autodisciplina, cierta capacidad para priorizar sus tareas, planificar y pedir ayuda. Estos aspectos tan positivos serán el norte para el trabajo presencial en el momento que se pueda
Por último, hay otro grupo que no ha podido sostener en este tiempo una escolaridad regular siendo también misión de los equipos de salud poder ayudar, nivelar e intervenir en el momento que se pueda.
¿Que sucederá al regreso?
Muchos padres comienzan a tener preguntas con relación al regreso. Las consultas actuales rondan en cómo va a ser la modalidad dual propuesta, los grupos reducidos, la carga horaria y también el temor de mandar nuevamente asus hijos al colegio.
Para finalizar los equipos de salud deberán evaluar y detectar si surgen secuelas emocionales post pandemia .El Grupo de Investigación, (AITANA) de la Universidad Miguel Hernández, España ha puesto en marcha un estudio pionero, que analiza el impacto emocional del confinamiento en niños italianos y españoles, a través de 1.143 encuestas a padres con hijos de 3 a 18 años.
Los resultados indican que la cuarentena impuesta por covid-19 afecta psicológicamente a los niños. Aunque tienen gran capacidad de adaptarse a nuevas situaciones, parece que no tienen suficientes habilidades para hacer frente a la situación de confinamiento sin verse afectados emocionalmente.
Hay algunos síntomas a observar como el repliegue y cierta sobre adaptación al confinamiento sintiendo al afuera como muy amenazante. Estas conductas necesitaran ser miradas con mucho detenimiento para ayudar a que la nueva normalidad sea vivida con responsabilidad, pero también con confianza.
Todo cambia, la manera de educar, la manera de aprender, las familias, los docentes. Tendremos que estar a la altura de este gran cambio. Nuestros niños lo necesitan.
Lic.María Belloso.
Psicóloga/Psicopedagoga
