Mensaje para … Un maestro de la Pandemia llegando a fin de año

Share on facebook
Share on twitter
Share on linkedin
Share on google
Share on whatsapp
Share on pinterest
Share on email

Seguramente a esta altura del año, estés tan agotado que sentís que estás tocando fondo o también podes sentir todo lo contrario. Sentís que no podes parar de hacer cosas. Te has dado a vos mismo un empujón tan fuerte  para encarar este  enorme desafío  que sentís que vas a mil por hora, te sentís acelerado, tus pendientes son tantos que no podés detenerte.

Sea como sea que te sientas, todos tus sentires son válidos.

Yo solo quiero aprovechar este encuentro con vos para recordarte algo.

En tiempos de pandemia tu tarea fue juzgada por la sociedad como nunca antes. Por momentos fuiste aplaudido y muchísimas más veces criticado. Escuchaste frases como “es un año perdido” “los chicos no aprendieron nada”, y sé que tu corazón sintió ingratitud, impotencia y tristeza. Las exigencias propias y las ajenas más las presiones de un sistema educativo asustado, confundido y colapsado pudieron hacerte perder tu sonrisa y alegría.  Pero yo sé que   solo  fueron momentos de quiebre, porque una y otra vez, sacaste fuerza, amor  y determinación  para seguir enseñando como sea y como fuera. Sin la presencialidad tuviste que buscar hasta encontrar algo nuevo, hacer algo que nunca pensaste hacer, quizá filmarte, actuar, abrir un canal en YouTube, usar un zoom, un chat en vivo, ir a las radios, grabar tus explicaciones en un whatsapp , emocionarte detrás de una pantalla, dar clases sin ver el rostro de tus alumnos, festejar sus cumpleaños sin poder abrazarlos, ver sus obras de arte  como  esas víboras largas que te mostraban entusiasmados en la cámara pero no podías sentir el olor a plastilina, ni a tempera mojada  y muchísimas cosas más que nunca habías imaginado que harías.

Y lo haces una y otra vez porque sabes que las personas que te hacen dar lo mejor de vos están del otro lado de la pantalla.

Te dispusiste a enseñar y a enseñar al niño entero, no solo a su intelecto. Enseñar conectando tu corazón al suyo, enseñar sintiendo, enseñar soñando, enseñar sosteniendo, enseñar sonriendo. Porque vos sabiamente priorizaste el vínculo. El vinculo entre hogar y escuela, entre vos y tus niños, entre  las emociones y el conocimiento, entre vos y tus compañeros, vínculos y más vínculos. Puesto que   en momentos de crisis y convulsos salir adelante requiere estar juntos.

Los estudios sobre resiliencia lo confirman en cada publicación.  Tener redes de apoyo nos hace sentir menos vulnerables. Por eso vos transformaste el cuadrado de tu pantalla en tu aula, lo ambientaste   para que se sienta cálido, acogedor y educativo. Planeaste cada clase, cada encuentro, le pusiste música, color, bingos temáticos, debates, videos, salas para los grupos, cuentos, kahoot, sombreros, objetos  de  tu cocina y sorpresas para tus estudiantes. Porque sabes que la puerta de entrada a todo  aprendizaje es la emoción, por eso necesitabas encender muchas emociones. ¿Y cómo hacerlo con cámaras apagadas, adolescentes con el sueño cambiado, niños llenos de ansiedad, mentes saturadas de pantallas y videojuegos, corazones tristes y apagados, familias sin trabajo?  No sé como lo hiciste, pero sí sé que no dejaste que la preocupación le ganará a la acción. Activaste el espíritu de superación que todo docente tiene y seguiste adelante.

Sos un inquebrantable docente que estuvo y está haciendo un esfuerzo enorme por acompañar las infancias, algunas duras y difíciles y otras más felices y amorosas. A todas las acompañas con la misma ilusión, porque sabes que todos los niños merecen amor y respeto. Buscaste con pasión llegar a cada niño y adolescente, a pesar del agotamiento que genera aprender a enseñar de un nuevo modo, pensaste día y noche  en cómo hacer para que tus palabras mágicas: “te entiendo, te acompaño, te estoy esperando, te quiero ayudar, aquí estoy y te quiero “pudieran llegar al corazón de todos y de cada uno de tus niños.

Aunque tal vez lo sepas, dejame recordártelo: Si alguien no te comprende, no significa que hay algo insuficiente en vos, sino significa que no te comprende, simplemente eso. No está usando su empatía y compasión, por eso no puede comprenderte. La percepción que tengan los demás de vos no es asunto tuyo así que no malgastes tu valiosa energía, tus palabras y pensamientos en explicar, defender y en ofenderte. Tu trabajo fue y es valioso. Punto final.

Que lo vean o no, no es cuestión de tu valor, es cuestión de su vista. Por eso hoy quiero recordarte para que no lo olvides, lo mucho que vale tu tarea y esfuerzo. Cuando alguien mire tu tarea con menosprecio, recordá lo que vales, así ya no te va a importar como te miren afuera. No digo que te sea indiferente, pero no va a determinar tu sentir y actuar.

Tu esfuerzo diario no es en vano, pero sus frutos no los verás ahora. Los frutos los verás cuando tus niños y adolescentes crezcan y les pregunten por su educación durante la pandemia, sus respuestas serán; “tuve un maestro que me siguió enseñando y esperando, tuve un maestro que aprendió como pudo a usar plataformas para poder verme y escucharme, tuve un maestro que me envió un mensaje de audio diciéndome que lo había hecho muy bien, y tuve muchos maestros que me hicieron sentir capaz, acompañado y amado. Gracias a ellos sé que siempre se puede seguir adelante, gracias a ellos hoy soy lo que soy”.

“He aprendido que las personas tienden a olvidar lo que dices, también olvidaran lo que haces, pero nunca olvidaran como lo haces sentir “

                                                                                         Maya Angelou

 

                                                                                                              Con toda mi admiración y amor

                                                                                                                           Mariana de Anquin

Lic. en Psicopedagogía

Autora del libro:

“Niños Esponja,

 Sensibles, empáticos, intuitivos y muy bondadosos”.

Últimas Notas

PAISAJES DE APRENDIZAJE

Los espacios donde aprendemos deben motivarnos, sostiene Rosan Bosch, artista holandesa que trabaja en la intersección del arte, el diseño

Leer más »